Fibra de Coco
La fibra de coco es un sustrato 100% orgánico que se utiliza tanto en hidroponía como en otros sistemas de cultivo, como los tradicionales en tierra. Su uso masivo es reciente, pero se ha experimentado con él desde la década de los 50 en el siglo pasado. Palma cocotera, de la cual se obtiene el coco.
Normalmente, el coco (fruto de la palma cocotera) se vende pelado, sin la capa externa que lo rodea cuando está en el árbol. Esta capa externa se consideraba un desecho y se acumulaba en torno a las playas en que se cultivan las palmas. Desde el momento en que se descubrió su uso como sustrato, esas cáscaras se procesan para dejar únicamente la fibra (hebras largas) y el material particulado (similar al polvo o tierra). Como normalmente las palmas cocoteras se hidratan con agua de mar, la fibra de coco contiene una gran cantidad de Sodio, y el productor debe tratar de eliminarlo mediante repetidos lavados con agua dulce o dejando el material expuesto a la lluvia. Finalmente, la fibra debe dejarse madurar uno o dos años para mejorar sus características. Existe una minoría de productores que utilizan palmas que no crecen cerca del mar. La fibra que ellos venden se beneficia de esto pues contiene muy poco Sodio. Fibra de coco lista para ser utilizada. Su esponjosidad y cantidad de espacios aireados indican buena calidad.
La fibra de coco es muy esponjosa, liviana y conserva numerosos espacios con aire dentro de su estructura. Absorbe mucha agua sin perder su esponjosidad y estructura. Posee una gran capilaridad, así que al mojar una parte la humedad se reparte a toda la masa de fibra. Además, en general se considera inerte. También, una fibra de coco de buena calidad se puede reutilizar dos o tres veces, luego de lo cual puede compostarse o utilizarse en jardinería u horticultura. Es importante destacar que la fibra de coco permite el desarrollo de una rica y sana rizósfera, permitiendo que el sustrato sea colonizado por microorganismos benéficos que ayudan a la planta a absorber más eficientemente algunas sustancias y nutrientes.
Corte transversal de un fruto de coco. Nótese la gruesa capa de fibra entre el exterior del fruto y su parte interna. Por su esponjosidad, retención de agua y estructura aireada, es un material ideal para cultivos hidropónicos con sustrato sólido. También, se usa como componente en mezclas livianas de tierra remplazando la turba (que es un material no renovable). También, es un excelente mejorador de suelos duros y muy buena cubierta de superficies de cultivo.
La fibra de coco tiene ciertas características que requieren algo de atención. La más importante es su tremenda afinidad con iones de carga positiva, y más aún con iones de doble carga positiva. La relevancia de esta característica es que una fibra de coco nueva atrapará muchos iones de nutrientes como el Calcio y el Magnesio. Por lo tanto, cultivos cuyo sustrato es principalmente coco pueden presentar deficiencias de Calcio y Magnesio, pues el coco lo “roba” desde el fertilizante. Esto es propio del coco en cultivos hidropónicos, y tiene poco efecto en otras condiciones. Para evitar esto y disfrutar sin problemas los beneficios de la fibra de coco en hidroponía, existen cuatro caminos: Utilizar un fertilizante especialmente formulado para coco. Estos fertilizantes tienen una mayor cantidad de Calcio y Magnesio, así que queda suficiente de ellos para nutrir satisfactoriamente a la planta. Es la segunda mejor alternativa. Coco al que se le ha sacado la fibra externa, listo para ser comercializado como fruta.
Al adquirir fibra de coco, puede venir en dos formatos. El primero es en sacos donde la fibra viene suelta. El segundo, es con la fibra deshidratada y comprimida en bloques o ladrillos. La fibra en saco se considera lista para ser utilizada. El coco en ladrillos debe ser re hidratado agregándole agua de a poco, hasta que se expanda. En ambos casos, conviene revolver el coco con la mano en forma envolvente y sin apretar, para airearlo y dejarlo lo más esponjoso posible.